lunes, 6 de julio de 2015

Avispa parásita escorpión; Dolichomitus imperator.


En un primer momento, al ver un gran insecto negro y patas rojas volando lentamente a mi lado, pensé que se trataba de alguna libélula o mosca cazadora con  su presa. Cuando se posó, pude comprobar con asombro, que se trataba de una avispa parásita con el oviscapto más grande que nunca había visto. Como ya conocen, el oviscapto es una especie de “aguijón”, por llamarlo de alguna forma, que tienen las hembras de algunos insectos, y que hunden con precisión en distintas superficies para introducir sus  huevos.


La avispa parásita escorpión, Dolichomitus imperator, que así se llama el ejemplar de las fotografías, tiene el oviscapto tan largo como el resto del cuerpo, lo que viene a ser unos diez centímetros en total . Buscan entre la madera muerta las larvas de escarabajos y polillas, que viven en el interior de los troncos y ramas. Para acceder hasta ellas utilizan el larguísimo oviscapto que perfora poco a poco la madera hasta conseguir su objetivo, depositar un huevo justo al lado de la larva que  le servirá de alimento. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Cómo se las ingenian las avispas!
Muy interesante...
Bs
Benita

**** " NO SE PUEDE CONSERVAR AQUELLO QUE NO SE CONOCE " ****